Secretos milenarios ocultos Geoglifos
Valle de Lluta

Las obras, con una data que fluctúa entre los años 1100 d.C y 1400 d.C., bordean el camino del río, en paneles separados. Allí pueden observarse representaciones antropomórficas como el Hombre Gigante y el Hombre Chico de Lluta, con un reconocible patrón estilístico que puede alcanzar los 50 metros de longitud. En su estética se aprecian rasgos formales esquematizados, con la cabeza de perfil y el resto del cuerpo de frente. Las figuras humanas destacan entre las que representan animales, en lo que, se presume, fue un sistema de comunicación en función al tráfico entre la costa y el altiplano. Llamas, felinos, águilas, sapos y monos son algunos de los animales que representaron en las laderas de los cerros.

Cobran especial interés geoglifos como La Rana, en el Km. 3 1/2; El Águila en el Km 5 1/2 y los gigantes, en el 10 1/2 Km. A ellos se suman símbolos abstractos de vistosas formas. Las obras de arte rupestre tienen un tamaño que varía entre los 30 a los 60 metros de ancho, y se realizaron con técnicas aditivas, en este caso, acumulamiento de piedras. Sin embargo, no son el único patrimonio arqueológico del valle. En el Km 17 se encuentran los petroglifos de Rosario, con diseños de figuras antropomorfas y zoomorfas grabas en piedra, mientras que en el Km 5 se encuentran las colcas del Huaylacan, depósitos subterráneos utilizados para conservar alimentos en la época prehispánica.

Para llegar al Valle de Lluta desde Arica, se debe tomar la ruta CH-11 Tambo Quemado, que atraviesa Parinacota en dirección a La Paz, Bolivia. La temperatura máxima promedio en el valle es de 27,4º C  y la mínima de 13 º C y se mantiene estable todo el año, con nulas precipitaciones pero una abundante nubosidad.