Toda la belleza del Altiplano
Arica y Parinacota

El altiplano andino, también conocido como altiplano sudamericano, meseta del Collao o meseta del Titicaca, se ubica a una media de 3800 msnm, abarcando el noroeste de Argentina, occidente de Bolivia, el sur del Perú y el norte de Chile. Fue escenario de importantes civilizaciones, cuyos descendientes mantienen vigentes hasta hoy, y cuenta con diversas áreas protegidas.
Se trata de una zona de poco relieve a gran altitud, con una gran diversidad biológica, en la que lagos, bofedales y salares se entrelazan con volcanes de más de 6000 msnm parte de la Cordillera de los Andes, en condiciones muchas veces extremas, resultando en paisajes de gran atractivo turístico.

El clima de puna, seco y frío, brinda una gran amplitud térmica durante el día, lo que implica que en un día se llegue a los 30ºC y la temperatura caiga a los -5ºC en la noche. Las lluvias estivales, también llamadas invierno boliviano, ocasionan precipitaciones durante enero y febrero, los meses de verano. Son estas las que alimentan el paisaje y permiten una flora y fauna que se han adaptado estupendamente a la vida en medio del desierto de Atacama, el más árido del mundo.

Diversas culturas han sabido lidiar con estas condiciones. Un claro ejemplo son las construcciones con adobe y paja brava, las que se mantienen frescas durante el día y liberan el calor acumulado en la noche.

En la región de Arica y Parinacota, la provincia de Parinacota da muestra de los paisajes del altiplano chileno. La cordillera de los Andes corona el altiplano con cumbres tan reconocibles como los volcanes Parinacota, Guallatiri y Tacora, un contraste majestuoso con las playas de la ciudad de Arica, a pocas horas de distancia. Zonas protegidas, una gran diversidad de flora y fauna y vestigios de cultura milenarias se encuentran en la región.

Entre los poblados y estancias del altiplano, destaca Putre, un pueblo cuyas construcciones se mantienen desde el siglo XVII, donde se puede disfrutar de la sabrosa gastronomía del sur andino, además de aclimatarse para recorrer el lugar y conocer las costumbres y tradiciones.

Las actividades religiosas tienen una gran importancia. Las iglesias del altiplano chileno son un conjunto de las de 30 templos construidos entre los siglos XVII y XVIII en el norte de Chile. En ellas se ejemplifica el sincretismo cultural que se dio en la zona entre los habitantes originarios y los conquistadores europeos, y cuentan con el estatus de Monumento Nacional.

En la comuna de Putre se encuentra el Parque Nacional Lauca, creado en 1965 como reserva forestal y que desde 1970 goza de la categoría de Parque Nacional. Con una superficie de más de 137 mil hectáreas, se encuentra tanto en parte del altiplano andino como del sector de la precordillera, con altitudes que alcanzan desde los 3200 a los 6342 msnm. Desde 1981, el parque forma parte de la lista mundial de reservas de la biósfera de la Unesco, con una serie de especies protegidas y una amplia diversidad biológica, en medio del desierto de Atacama.

Entre la flora más representativa del lugar se encuentra la chachacoma, llareta, paja brava, tola, queñoa y bosques de queñoa de las alturas, el árbol que crece a mayor altura del mundo. En cuanto a la fauna, las especies más sencillas de observar son el puma, tarucas, zorros culpeos y camélidos como vicuñas y guanacos. Aves como el caití, flamenco chileno, perdiz de la puna y taguas gigantes se observan en los alrededores del lago Chungará, el lago no navegable a mayor altura del mundo, cuyos paisajes, bordeados por los nevados de los Payachatas, concentran la belleza del norte.