Paisajes de gran contraste Valle de Camarones

En el Valle de Camarones, entre el pueblo de Camarones y la localidad de Taltape, se encuentra un escenario de la Guerra del Pacífico, la Hacienda Cuartel Viejo.

Fue un lugar utilizado por la Caballería Peruana durante el siglo XIX, para el descanso y alimentación de sus caballares. Durante la Campaña de Tarapacá, fue escenario de hechos históricos. Actualmente se pueden  ver su edificación, construida completamente de adobe.

Desde su ubicación, se pueden obtener hermosas vistas, y en la zona cercana al río, lugares donde disfrutar de un descanso refrescante.

Por la ruta A-345, que recorre el Valle de Camarones, se encuentran los petroglifos de Talpate (Km 19) y Huancanare (Km 34).

Petroglifos de Talpate: Son grabados en bloques de piedra de distintas dimensiones, donde se aplicaron técnicas de grabado más superficiales, junto a otras más profundas y definidas.

Petroglifos de Huancanare: En este sector, el arte rupestre se manifiesta en Petroglifos y en forma excepcional con pintura-grabado. Se observan escenas que dan cuenta de los contactos y relaciones multi étnicas entre los pobladores de los valles bajos y del altiplano.

El nombre del pueblo proviene del aymara, y significa pa=»dos» y chika=»mitades».

Su iglesia San José, fue declarada por el Consejo de Monumentos Nacionales, como parte de las «Iglesias del Altiplano», y se llena de feligreses cada mes de marzo para celebrar la fiesta patronal de San José.

El Pueblo de Esquiña se ubica a orillas del río Camarones. Desde tiempos antiguos fue un paso obligado de para caravanas venidas desde los sectores del altiplano, con la llegada de los españoles al valle a inicios del siglo XVII, que conocemos los primeros registros del pueblo con la fundación de su iglesia San Pedro.
Su principal actividad es la agricultura y la ganadería con el famoso cordero de Esquiña y sus cabras que producen queso.

Desde el 2016, generalmente en agosto, en la localidad se desarrolla la Fiesta del Cordero. Durante la celebración se ofrecen exquisitas elaboraciones con el afamado y apetecido cordero de la zona. Además, los visitantes tienen la oportunidad de probar productos locales como el vino pintatani, frutas, hortalizas y una parrilla de artistas.